jueves, 23 de septiembre de 2010

Cuentos chinos.

Vienen tiempos duros para mi y lo que empeora las cosas es el tenerte tan lejos. Como ya sabes, todo es más fácil cuando estoy contigo. Cuando estás conmigo. Siempre has sabido sacarme una sonrisa y ojalá pudieras hacerlo ahora.
Me encanta pobrar cosas nuevas, pero sabes que lo asiático no va conmigo, aunque adoro su arte, pero eso sí, siempre he querido pedir una de esas galletitas de la suerte, que sí, puede que sean solo palabras escritas dentro de algo y entregadas a alguien al azar, pero nosotras hemos vivido algo así ya. Nosotras sabemos lo que es tener palabras escritas en un papel guardadas en algo, en un cofre, de los deseos. Palabras que hablan del futuro, de algo que nunca se romperá. Algo que solo sabemos nosotras y que juntas compartimos. Algo único. Y tenemos suerte. Como las galletas. Y como no puedo abrir una de ésas, te digo que tengo algo parecido, que sigue haciéndome igual de feliz como el primer día.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Sixteen.

Hoy casi no puedo pronunciar tu nombre sin que se me forme un nudo en la garganta. Por aquí ha cambiado el tiempo, pero es un día especial, como los diecisiete de septiembre de todos los años. Sé que hoy no puedo comerte a besos, como habría hecho en el primer instante en el que te viera. Sé que no puedo decirte lo guapa que eres y lo preciosa que te has puesto para éste tu día. Sé que no puedo prepararte una cena con velas junto al mar. Sé que no puedo pedirte que cierres los ojos para preparar un ultimatum y ofrecerte un regalo sorpresa. Pero morena, es un año más y nada tiene que cambiar.
16 dulces primaveras, si. Sigues igual de única que siempre. Casi no me salen las palabras para decirte lo que quiero, así que lo último que me queda por decir es:

Eres tan fuertemente mía, que hasta me siento un ser injusto y egoista, pero quería decirte un "hasta siempre" y sin embargo he suplicado: quédate siempre a mi lado, los dos juntos, contra el resto del mundo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

You look beautiful all the time.

Hola preciosa, me adelanto a tu señal porque... ¡qué guapa eres! Hoy estás hermosa. Las ondas de tus rizos están más definidos que nunca y ¡mira! casi no puedo ni verlos por cómo destellan con la luz del sol. Me encantaría llegar a ser ese alfiler con el que recoges el mechón de tu pelo. Hoy tu dulce aroma sería más intenso desde allí. ¡Y mírate qué ojos! No me mires así preciosa, lo repito, lo repito porque nunca te había visto mejor. No me mires así porque hoy no hay lágrimas que valgan. Hoy tu belleza es lo único que me saca una sonrisa, porque te imagino única como tú eres, hasta con tus insignificantes defectos que son como la misma chispa de la vida, si no, ¿qué gracia tendría? Hoy A, te echo de menos de una manera diferente. Puedo decirte que me saltan algunas lágrimas, pero las acompañan mi enorme sonrisa, de alegría si. Hoy A, te digo que no entristezcas por lo nuestro, tienes bonitas vistas hacia delante. No te digo que no mires hacia atrás, porque puedes. Todos deberíamos de vez en cuando. Pero siempre, siempre, mira a tu lado. Soy yo A, siempre.


jueves, 9 de septiembre de 2010

Aprendamos a crecer, pero juntas.

¿Seguimos siendo niños, comportándonos como tal? Nos gusta aparentar ser mayores, está en la naturaleza de las personas. Pero quién en situaciones comprometidas, no desearía volver a ser un niño? Tomamos decisiones como adultos, pero solemos afrontarlas como verdaderos niños pequeños y a veces es agradable hacerlo. Sentirse así unos instantes. Es mejor aún cuando te acompaña otra persona a la que también le apetece sentir lo mismo. Lo compartís, así como esas tantas veces que he compartido contigo momentos inolvidables, agradables, divertidos y encantadores. ¿Quién sabe si ahora te comportas como un adulto o no? Espero que no lo hagas, solo un poco. Aún queda mucho tiempo para serlo y mientras tanto, te canto naranja-lima, te canto como una niña... o no.


And now that I'm a little better, this is what I meant to say...
Babe, I already miss you. Sweetheart, I already miss you. Sweet eyes, I already miss you...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Tú no tienes la culpa de las cosas que duelen.

Sí, los días pasan. Sale el sol, se esconde y sigue su mismo ritmo la luna. Aunque algunas veces de una manera más especial que otros. Hay días en que los recuerdos son imposibles de no visualizar y otros en los que simplemente casi ni se te pasan por la cabeza.
Últimamente me pasa lo primero. Me es irremediable. Tengo muchísimos tipos de recuerdos... pero por alguna razón, sales en todos. Eso me gusta, pero no voy a mentirte, me gusta a veces, porque sé que hay otras en las que los mares creados por lágrimas saladas comienzan a subir por mis tobillos y aumenta mi miedo al ahogo. Las cosas se desvanecen y desaparecen mis pocas provabilidades de algún salvamento y te imagino socorriendo, porque serías mi única salvación.

Hasta que esto ocurra, te respondo planta amiga, que tú eres mi única verdad, que la ciudad que invade mi corazón esa cualquiera a la vayamos tú y yo y que la canción que tararearé será aquella que marque nuestro mejor momento; porque sí, la vida sigue. Pero aún nos queda mucho por vivir.