domingo, 15 de septiembre de 2013

Nadie dijo "Hasta que la muerte os separe"

 Demasiadas veces son las que creemos que vale más lo malo que lo bueno. Que alguien demuestra su cariño, su "amor", estando siempre en los malos momentos. ¿Y dónde quedan los buenos?
Me llevan a pensar si debería dividir mi círculo social en Personas para lo malo y Personas para lo bueno. Dividir también mi agenda de contactos. Poner un prefijo delante de cada número de teléfono. Dividirlos en dos grupos en Facebook. Llorar y hablar de las cosas malas con unos durante la oscura noche y reír y cantar con otros durante la luz del día.
¿Demasiado extremista?
La cuestión es que uno no puede creerse mejor persona con alguien por poner siempre el hombro. Los momentos felices también son importantes. Los momentos buenos. Nadie necesita únicamente personas-confesionarios. La gente necesita personas. Para lo bueno y para lo malo. Por igual y con la misma intensidad.
No confundamos consolar con amistad. No confundamos apoyar con amor. 

Sólo propago igualdad: en las alegrías y en las penas.

sábado, 6 de abril de 2013

Mi cama huele a Chanel nº5.

"Siempre era bonito cuando algo empezaba, siempre era excitante. Pero siempre acababa siendo aburrido."

viernes, 22 de marzo de 2013

Seguimos siendo libres, uno al lado del otro.

Resoplé tres veces antes de abrir los ojos, pausa un segundo y continuar.
Los viernes se sienten solos, el tiempo se siente inerte. Todo va bien pero las mañanas no son lo mismo. El paquete de tabaco huele como el primer día y el hombre del tiempo ha dicho que nieva sobre el London Eye.
Sigo sin encontrar razones, aunque creo que dejé de buscarlas, puede que algún día pida explicaciones pero no estamos en edad de quedarnos con las ganas. Pretendemos felicidad, pero la confundimos con conformismo.
No vale ser una rosa si acabamos deshojadas como margaritas. No vale seguir esperando una copa de la Lambrusco, un arañazo en la espalda, un "te veo mañana, guapa" o un "aún no te levantes de la cama".

Iremos echando de más lo que un día echamos de menos.

jueves, 28 de febrero de 2013

I like people who smile when it's raining.

- Está lloviendo, un día genial para quedarte en la cama pensando ¿verdad?

- Te equivocas, caemos en lo convencional. En los días de lluvia no se piensa; se ven pelis, se leen libros... Pensar en los días de lluvia hace a uno caer en la melancolía e irrevocablemente nos hace asociar la lluvia al mal tiempo, cuando en realidad, es algo verdaderamente encantador.

domingo, 24 de febrero de 2013

Cuántas noches me habrá visto despierta la almohada.

Nos involucramos en situaciones que, muy a menudo, se nos presentan como buenas...
Pasé de verlo correcto a sentir que moría una llama en mi. Tanto relativismo me confundió y entre palabra y palabra perdí de la cuenta de las veces que pronunciaste "me" sólo hablando de ti. Y no escuchaba. No quería. Qué caricias tan mentirosas, las mías. Qué miradas tan mal interpretadas.
Juzgarse porque sí, no lo entiendo. Repito. No quiero.
Pasé, también, de esperar que alguien me tuviera en cuenta a desear que por un rato no todo girara a mi alrededor. Los celos no son malos si no están mal alimentados.

Pasado un tiempo de rigor descubrí lo efectiva que es la teoría de los rendimientos decrecientes, esa que bien explica que acostumbrarse a las cosas hacen que dejemos de percibirlas. Tras tres cervezas empezó a dolerme la cabeza, no fue tan satisfactoria como la primera, pero tras tu marcha me di cuenta de que me había quedado ebria de ti. Esta es una resaca que no se disfruta y tanto plantearme preguntas hace que concluya en que las últimas dos páginas del libro habría que reescribirlas.

No siempre sacia la miel de otras colmenas.
No pretendamos engañarnos, aparentar que somos otros. Yo entre tanta copa y pepinos en ginebra elegí no seguir fingiendo.

Quizás esperar a alguien que escriba "que" con tres letras sería bajar mucho el listón. De momento, prefiero la cama vacía.

lunes, 11 de febrero de 2013

Sex on a plane would be so interesting.

Llega un momento en tu vida en que la única salida es la puerta del Adiós. Sin flechas. Sin reflectantes. Nadie nos enseña dónde parar, nadie nos enseña la distancia que hay que mantener. A veces me habría gustado ponerme digo y decir "toma, mi dirección, cuando te hartes de amores baratos de un rato, me llamas". Pero solucionábamos todo con sexo. Creo en el fondo no tenía más ambición que tocarte el corazón, compartir una canción...
Tomaré un tequila por cada duda.

domingo, 27 de enero de 2013

Nada es más simple. No hay otra forma.

Nos tientan los hechos, las palabras... el querer y el no querer... el pesar y la vagancia...
Hay veces en las que el alma abandona el cuerpo, en el que apretas los puños, chirrías los dientes, desesperas. Llevas tres tazas de té, galletitas de manteca y diversas golosinas. Sumerges tu cara en la almohada, pataleas, te dedicas muecas frente al espejo.
La vida creó una serie de grandes verdades:
1- Cuando crees tener el control, lo pierdes.
2- Todo lo que sube, baja.
3- Cuánto menos te dan, más quieres.
Todo cierto. Las agendas ya no sirven para apuntar fechas importantes si no para volver a recordar momentos inolvidables.
¿Por qué no dejamos de hacer lo correcto? ¿Por qué seguimos esperando? (¿esperar el qué?) ¿Por qué no dejamos de pensar que nos merecemos algo mejor? Todos sabemos que uno recibe lo que da. Dejemos de ser tan victimistas; nos pasamos de ingenuos.