sábado, 17 de julio de 2010

Pereza me da verte.

Buscas emociones que despierten tus sentidos. Hacer cosas que nadie entienda. Llegar a ser Satanás o la Cenicienta. Encontrar el vicio desde el principio y hasta el final. Ser fácil y admitirlo. Sentarte en unas escaleras sin más. Hablar sola y comer mal y llegar a desesperar en el momento en el que piensas que los pies y el calor te van a hacer explotar. Respirar hondo porque te falla la voz y volver a coger aliento para seguir saltando. Que te miren con cara extraña y que tu sigas sin apartar la vista de lo realmente emocionante y único que sucede delente de tus ojos, o por lo menos a unos cuantos brazos de distancia.

Llegar hasta el punto de besar el suelo por algo que te vuelve loca, por llegar a tener un piso en las alturas y llegar a ser esa que pone a la peña de pie. Que zarpe el barco, subir y empezar otra vez de cero. Acabar buscando algo en un bar, una calada o algo que me haga trasnochar, para finalmente pensar que algo malo vendrá detrás, aunque al escuchar sirenas me de por dormir en un portal y hacerlo lento, muy lento.
Porque no quiero nada, nada más. Porque me sobra respirar.

domingo, 4 de julio de 2010

un día menos para el fin de los tiempos.

Un día más. Tachón en el calendario. Indicios de que queda menos. Menos para todo. Todo lo que viene. Pero me he propuesto reaccionar de la manera más positiva y humana. Las altas expecatativas quedarán aplastadas en el asfalto, porque lo más seguro es que caigan desde el lugar más elevado de donde se enceuntren, así que lo mejor será crear metas próximas fáciles de alcanzar y digerir.
Me he propuesto por una parte cambiar mi vida, mi rumbo, que ese sin sentido que caracterizaba mis días, diera un vuelco total y que por fin, me sintiera a gusto con lo mio. Conmigo misma. Con lo que me rodea y con mi forma de vivir la vida. La cuestión está en que me faltan cosas para completar mi puzzle y lo que hago últimamente es mantener mis ojos bien abiertos, ya que puede cruzarse delante mi algunas de las piezas faltantes que completan mi círculo vital. Y sería entonces perfecto. Perfecto que todo estuviera completo.
Dicen que cuando consigues todo lo que te propones, todo lo que has soñado, puedes ver el verdadero sentido de la vida, puedes ver que todo lo que tienes vale la pena, que hasta los mínimos detalles, pequeños e insignificantes te hacen una persona completa. Que te miras al espejo y tu propio reflejo te guiño un ojo y te habla con el corazón, con tu corazón y te dice que, todo lo que has vivido. Todo. Es lo que en ese momento da sentido a tus días y a lo que eres. Que en ese momento, puede decirse que, verdaderamente, eres feliz.