domingo, 4 de julio de 2010

un día menos para el fin de los tiempos.

Un día más. Tachón en el calendario. Indicios de que queda menos. Menos para todo. Todo lo que viene. Pero me he propuesto reaccionar de la manera más positiva y humana. Las altas expecatativas quedarán aplastadas en el asfalto, porque lo más seguro es que caigan desde el lugar más elevado de donde se enceuntren, así que lo mejor será crear metas próximas fáciles de alcanzar y digerir.
Me he propuesto por una parte cambiar mi vida, mi rumbo, que ese sin sentido que caracterizaba mis días, diera un vuelco total y que por fin, me sintiera a gusto con lo mio. Conmigo misma. Con lo que me rodea y con mi forma de vivir la vida. La cuestión está en que me faltan cosas para completar mi puzzle y lo que hago últimamente es mantener mis ojos bien abiertos, ya que puede cruzarse delante mi algunas de las piezas faltantes que completan mi círculo vital. Y sería entonces perfecto. Perfecto que todo estuviera completo.
Dicen que cuando consigues todo lo que te propones, todo lo que has soñado, puedes ver el verdadero sentido de la vida, puedes ver que todo lo que tienes vale la pena, que hasta los mínimos detalles, pequeños e insignificantes te hacen una persona completa. Que te miras al espejo y tu propio reflejo te guiño un ojo y te habla con el corazón, con tu corazón y te dice que, todo lo que has vivido. Todo. Es lo que en ese momento da sentido a tus días y a lo que eres. Que en ese momento, puede decirse que, verdaderamente, eres feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario