Dear...

- ¿Te vas a reenganchar sin más?
- Es algo que tenemos que hablar...
- Dos años más... ¿lo has hecho ya? ¿te has reenganchado?
- No.
- Pero ¿has decidido hacerlo...? ¿Mi opinión no cuenta? ¿Tengo opinión en esto?
- No lo entiendes...
- No me digas que no lo entiendo.


- Déjame sola. Porfavor.
- ¿Qué.... qué quieres de mi? Dime, qué quieres porque... ¿quieres que lo deje, es eso? No sé cómo hemos llegado a esto, no sé qué ha pasado. Desperté y vi un edificio derrumbándose. Tenía un plan, tenía un plan pero ahora no... y no tengo ni idea de qué hacer. No sé qué hacer, solo sé que quisiera quedarme aqui, quisiera quedarme aqui contigo todo el tiempo que pudiera. Tú eres todo lo que me importa ¿vale? Tú lo eres todo para mi. Intento descubrir qué es lo mejor que puedo hacer pero ahora no sé qué es lo que debo hacer, no tengo ni pueñetera idea de dónde está la respuesta porque necesito que me lo digas tú, necesito que seas tú quien me lo diga. ¿Puedes decirmelo tú, porfavor? ¿Puedes decirme qué quieres que haga?
- Quiero que vuelvas conmigo.


- Entonces... ¿estamos bien? ¿nada ha cambiado?
- Procura no correr riesgos, ¿vale?
- Vale. Tranquila... Nos vemos pronto.
- Nos vemos pronto.