viernes, 7 de enero de 2011

Si es cuestión de confesar, no sé preparar café.

Los siento suaves, lentos y calmados. Tienen ganas de verte, de abrazarte. Sollozan por las noches y les cuesta mucho dormir. Su reflejo en el espejo son como la estela de una carcajada. Te hacen cosquillas. Te siento cerca y aún así te echan de menos. Saltan cuendo ven tu nombre, se ponen melancólicos cuando escuchan Shakira, les entra sueño en el sofá cuando se tapan con la mata y siempre se maquillan a última hora. Son imperfectos porque muy seguidamente queman las pizzas y les encanta comer entre horas caramelos de limón y miel. Las burbujas le recuerdan al verano y Little House a una triste despedida. Siempre que se consuelan con una dosis de Hey Dear Delilah. Les gusta soltarse el pelo e improvidar un solo de guitarra, tanto como ensayar en tacones cómo subir a un escenario. No se cayeron. Esperan durante horas poder verte y ahora, a mitad de camino, rezan para que el tiempo pase aún más rápido. Son un poco impacientes
Why must life just take away every good thing one at a time. I want it back...
I want you back.

No hay comentarios:

Publicar un comentario