sábado, 8 de mayo de 2010

Quiéreme por lo que pueda llegar a ser en tu vida.

Qué quieres que te diga; ya me conoces, incluso lo admito y soy capaz de decirlo: No sé expresar bien lo que quiero. Por otro lado sé hacerlo muy bien con las cosas que no me gustan. Pero esto... venga, lo intentaré.
¿Qué es lo que más deseo que tú puedas darme?
Sinceramente, no sabes el poder tan grande que tienes entre tu manos. No sabes cómo puede cambiar mi estado de ánimo cuando estoy contigo. Estás loca, no lo sabes. Pero me encanta hacerme la loca contigo, y no querer disimularlo. Es absurdo todo, hasta que le encontramos un sentido. Un sentido seguramente estúpido, pero me conformo y no pido más en este mundo. Ojalá pudiera entrar en tu mente y desgarrar todos tus planes. Sí, te envidio por tenerlos. Pero me mata el saber que en esos planes no puedo tenerte cerca. No lo puedo soportar. Y no soporto que no te des cuenta que sí que me importa. Me importa perderte, porque realmente no sé qué haría.
Los días de los meses me dicen que me quedan las horas contadas, y lo único que hago es no escucharles. Pero nos queda aún un último juego con el poco tiempo. Sólo te pido que antes de irte, me hagas la persona más feliz de este planeta. Así los meses pasarán más rápido.

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